Hace poco se anuncio que la antes poderosa cadena de renta de películas enfrenta serios problemas a nivel mundial. El diario El País afirmo que Blockbuster aplicó para el programa de protección para bancarrota ante el Código de Quiebras de los Estados Unidos, luego de que en el último trimestre de 2009 reportaran pérdidas por $434.9 millones de dólares, además de una deuda que al 3 de enero ascendía a $975 millones.
sumado a todo esto los recientes reportes de cierres en otras regiones del mundo, mostrando que, entre la crisis mundial y la fuerte competencia con otros sistemas de renta como Netflix junto con el desleal embate de la piraterí.
finalmente anunciaron una bancarrota planeada, efectiva a partir de mediados del mes de septiembre.
Lo interesante aquí es que aún hay una pequeña luz de esperanza, pues el Capítulo 11 del Código de Bancarrota de los Estados Unidos ampara a grandes corporativos a un plazo de reestructuración que podría dar el tiempo necesario para que Blockbuster se recupere. Según Los Angeles Times, Blockbuster ya estableció diálogo con los seis principales distrubuidores fílmicos a fin de solicitar su apoyo por la situación especial en la que estarán próximamente.
También daría a dichas compañías razón para esperar un plazo más amplio por los más de mil millones de dólares que les debe Blockbuster. ¿Lograrán colectar esa cantidad? ¿Su reorganización en base al Capítulo 11 implicará la transición a la venta y renta digital como iTunes?
La ventaja sería que 20th Century Fox, Paramount Pictures, Sony Pictures, Universal Pictures, Walt Disney Studios y Warner Bros. seguirían surtiendo de material a la cadena, misma que en este período ha cerrado cerca de 1000 sucursales por el abandono de miles de suscriptores.
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Cinepremier
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